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5 de diciembre, 2012 Joseph Rendeiro
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WASHINGTON, DC—En su primera confrontación después de las elecciones, el Congreso regresa al Capitolio a debatir como balancear el presupuesto federal y evitar el precipicio fiscal. Hoy, Janet Murguía, Presidenta y Gerente General del Consejo Nacional de La Raza (NCLR por sus siglas en inglés), se unió al Congresista Xavier Becerra (D-CA), Jason Furman, Asistente del Presidente para la Política Económica y Subdirector Principal del Consejo Nacional Económico, y Julie Rodriguez, Directora Asociada de Asuntos Hispanos y de Inmigración de la Casa Blanca, para discutir como mejor enfrentar los retos del presupuesto con un plan balanceado que proteja a los programas vitales para los Latinos, programas que serán impactados si los recortes automáticos se efectúan al comienzo del año.
“Los trabajos y la economía siguen siendo los temas de más preocupación para nuestra comunidad, quienes salieron a votar en números impresionantes e históricos en noviembre, y las posibles consecuencias del precipicio fiscal también preocupa a Latinos enormemente. De hecho, una encuesta actualizada en víspera de las elecciones por Latino Decisions/ImpreMedia, demostró que los Latinos apoyan una estrategia balanceada y justa para reducir el déficit. Necesitamos proteger los más vulnerables entre nosotros en este proceso. Este tampoco es el momento de subirle los impuestos a las familias trabajadoras y la clase media,” dijo Murguía.
El no llegar a un acuerdo tendría graves consecuencias para todo americano, con la posibilidad de descarrilar la recuperación económica y contraer el crecimiento de empleos. La Oficina Presupuestaria del Congreso (Congressional Budget Office) calculó que el ‘precipicio fiscal’—la combinación de aumentos de impuestos y recortes dramáticos al presupuesto que tomarán efecto al comienzo del año nuevo—regresará la tasa de desempleo a un 9 por ciento al nivel nacional. Los latinos tienen una tasa de desempleo de 10 por ciento en el momento, y no pueden aceptar acciones irresponsables que vuelvan a llevar a nuestra economía a una recesión.
En NCLR estamos muy preocupados que un acuerdo presupuestario mal diseñado puede socavar la infraestructura de organizaciones sin fines de lucro que ayudan a servir y apoyar a muchos en nuestras comunidades. Las organizaciones afiliadas del NCLR proveen servicios fundamentales que ayudan a educar y darle de comer a nuestros niños al igual que entrenar a nuestros trabajadores, abrirles las puertas a la posibilidad de ser dueño de vivienda, evitar la ejecución hipotecaria y otros servicios sociales y humanitarios. Hemos sido testigo del devastador impacto de grandes reducciones al presupuesto como los que vimos bajo la administración del Presidente Reagan y la reforma del sistema de ayuda social (welfare), a nuestras organizaciones afiliadas y tememos que de nuevo estos programas vitales serán suspendidos o peor todavía, que muchas de estas organizaciones tendrán que cerrar sus puertas.
“Balanceando el presupuesto sobre las espaldas de los pobres, los trabajadores, y la clase media solo nos llevará a abrir aún más las desigualdades que ya existen para la comunidad hispana y otras comunidades minoritarias en este país,” añadió Murguía. “Adoptando medidas austeras durante este tiempo de una recuperación frágil económica solo desgastará la movilidad económica y retrasará el progreso de nuestra comunidad. Debemos trabajar juntos para avanzar una economía justa donde el sacrificio es compartido y la prosperidad está al alcance de todos.”
El NCLR (Consejo Nacional de La Raza) es la organización nacional más grande de apoyo y defensa de los derechos civiles de los hispanos en los Estados Unidos y trabaja para mejorar sus oportunidades. Para más información sobre el NCLR, por favor visite www.nclr.org o síganos en Facebook y Twitter.
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